Rosariazo renguero


La ciudad más rockera del país le abrió los brazos a la banda más convocante de la Argentina. Rosario se vistió de fiesta para recibir a La Renga y a las más de 25 mil personas que acompañaron el ritual cada una de las dos noches. La gira de Algún Rayo (2010) daba comienzo y nadie quería perderse la oportunidad de estar presente.

Desde los días previos al recital, la zona sur de la ciudad, en las inmediaciones del predio Camping Municipal Parque Alem, se empezó a poblar de carpas, autos y banderas que colgaban de los árboles con inscripciones de todas partes del país. Pero el sábado mismo del show, el parque apareció colmado, con largas filas de colectivos y transportes que llegaban desde todos lados.



Teté con su bajo, y tras la batería, su hermano Tanque.


Un cielo cubierto de nubes hacían ver una lluvia inminente, pero el calor, la humedad, el humo de los asados y la música renguera  no cesaban. Una suave llovizna comenzó a amenazar cerca del mediodía, y unas horas más tarde se concretó el chaparrón. Cualquier lugar era válido para resguardarse: adentro de los autos y colectivos, debajo de una bandera o solo una capucha y un nylon. Hasta que algún visionario advirtió la cercanía de un centro comercial, y gran parte de la gente que se encontraba por allí empezó a marchar hacia el estacionamiento. Cientos de personas con banderas, bombos y redoblantes coparon el subsuelo del shopping para protegerse del agua y continuar con la ceremonia previa. Cantos, papeles al viento y banderas que colgaban desde los pisos superiores del estacionamiento redecoraron el estilo navideño que tenía el lugar.

La lluvia paró y la hora señalada en la entrada se acercaba, por lo que la gente empezó a desmontar el improvisado campamento renguero para dirigirse nuevamente a las inmediaciones del predio. El agua, el paso de las miles de personas y la tierra habían convertido el acceso al lugar en una pista de barro imposible de transitar sin enterrar los pies unos diez centímetros. Después del complicado y tumultuoso ingreso al camping, el panorama que se presentaba no era muy común para un recital de La Renga: un escenario simple, con telas de fondo y dos pantallas pequeñas a los costados (después se supo que por lo problemas climáticos, se debieron desmontar pantallas y la escenografía de los costados), el río Paraná a un costado, y la fina arena como piso.



Chizzo hace delirar a la muchedumbre en Rosario.



Pero en el momento que Chizzo, Teté y Tanque salieron al escenario, todo volvió a la normalidad. No importaba el clima, la arena o el barro. Las 25 mil personas que ocuparon el predio se encendieron al primer acorde, que respetando el orden del disco a presentar, arrancó con Canibalismo galáctico. Los temas de siempre fueron intercalados por las nuevas canciones de Algún rayo, para un show de poco más de dos horas a todo ritmo y mucho rock and roll.

La salida, igualmente de complicada que la entrada, ya no alteró el humor de la gente extasiada de rock y con la calma de haber visto otra gran noche del trío de Mataderos.



2 comentarios:

  1. Correcciones:
    Bien la idea de crónica, pero la ejecución no es correcta. Falta mucho desarrollo. Una crónica no puede tener seis párrafos.
    Hay que desarrollar más las descripciones y los climas. Debería estar más cerca de la literatura. Falta acción en el relato. Anécdotas y testimonios que den atractivo. Hay que sumar esto para que el texto no se torne aburrido.
    Releer siempre y separar los párrafos.

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  2. Bien por empezar a ponerte al día.
    Según mis registros, te faltan estos trabajos para completar las consignas: una nota temática, una nota de color, entrevista (con audios), perfil con galería de fotos, nota con opinión, nota de opinión (ojo con la diferencia), tres secciones, y los trabajos sobre facebook y twitter.
    Muy bien el banner. Revisar que los recuadros de las redes sociales se actualicen.

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