El año 2008 estaba diagramado y
armado. La gira de Truenotierra
seguía en marcha y como en muchas oportunidades, Córdoba era el lugar elegido
para iniciar el año. Para evitar las altas temperaturas y los
congestionamientos ruteros que coinciden con la temporada alta de verano, La
Renga eligió arrancar el año recién en marzo. El día 22 era el anunciado para
el estreno 08 en los escenarios, y el lugar elegido era por segunda vez el
predio de la Comuna de San Roque, lugar donde se realiza el festival Cosquín Rock,
y propiedad de José Palazzo, el productor cordobés encargado de la logística
renguera durante las giras.
La entrada al show de La Renga en Córdoba. |
Todo marchaba según lo previsto,
hasta que días antes del recital, el 10 de marzo, Chizzo Napoli, cantante y
guitarrista de la banda, sufrió un accidente a bordo de su motocicleta. Las
causas y las consecuencias nunca salieron ala luz más allá del círculo íntimo,
y si bien no hubo heridas de gravedad, el frontman renguero se fracturó los
huesos de la mano, lo que le impedía tocar la guitarra. Inmediatamente los
medios se hicieron eco de la noticia y la banda suspendió el recital y la gira
hasta ver la recuperación de Chizzo.
Chizzo y su guitarra. |
Por suerte para el líder del trío
de Mataderos y todos sus seguidores, no sucedió nada grave y con poco tiempo de
reposo y yeso, Chizzo estaba listo para volver a los escenarios. La fecha del
esperado recital fue reprogramada par el sábado 31 de mayo, ya causa de problemas logísticos, se modificó el
sitio unos 40 kilómetros más al este, más precisamente al estadio Chateau Carreras,
en la capital cordobesa.
Como curiosidad, las entradas que
habían sido emitidas para el recital original debieron ser reemplazadas. Pero
ante la falta de tiempo, y para no generar un gasto mayor, se les agregó un
sticker autoadhesivo a las viejas entradas con la nueva fecha y lugar, el cual
contenía como imagen una placa radiográfica de una mano, con una placa y
clavos.
Los mismos de siempre coparon el Chateau Carreras. |
Poco más de 25 mil personas
llegaron a la capital mediterránea para presenciar otra noche mágica del grupo
más convocante del país. El invierno empezaba a mostrar sus primeros vientos y
el frío se hacía sentir. La tarde arrancó movida con un par de bandas soporte
que hicieron las horas más pasables. Con una hora de retraso, La Renga subió al
escenario y con Tripa y corazón
comenzó el show bien al palo. Siguió con Almohada
de piedra, el primero del disco en presentación, para continuar después con
Bien alto y Blues de Bolivia, un controversial tema que estuvo mucho tiempo sin
sonar por problemas legales.
El show siguió su curso con una
potencia increíble, y por momentos, parecía más un espectáculo de grandes éxitos
que el recital de una gira en particular. Casi no había lugar para los nuevos
temas: El rito de los corazones
sangrando, El final es en donde partí,
Lo frágil de la locura, y una
seguidilla de casi 20 canciones de discos viejos solo se vio interrumpida
después de un par de horas por Ruta 40.
Cuando parecía que el concierto llegaba a su fin, recién tuvieron lugar algunas
canciones de Truenotierra.
Chizzo y Tete, guitarra y bajo en acción. |
Un raid de seis temas seguidos
del último álbum, que incluyó entre otros Montaña
roja, Cualquier historia, y Mujer del caleidoscopio, dieron el lugar
de cierre a Oscuro diamante, el
corte difusión del disco, y como siempre, Hablando
de la libertad, para cerrar un show fantástico, con mucha fuerza y donde tanto
los nuevos seguidores como los viejos quedaron contentos, cada uno con su parte
de show.
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