Comuna de San Roque - 21/01/2006


Detonador de sueños salió a la calle a fines de 2003 y rápidamente la banda se subió a los escenarios para empezar a mostrar el disco y hacer lo que más les gusta a todos: tocar a unos y disfrutar a otros. La gira tuvo comienzo en Córdoba, un punto central de fácil acceso para toda la gente del país, el 8 de noviembre de ese año. Río Gallegos, Chubut, Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe, Entre Ríos, Río Negro, La Pampa, Catamarca, Tucumán, Salta, Jujuy, Chaco, Misiones, San Luis y San Juan. La Renga no dejó punto cardinal sin visitar, y hasta varias veces en algunas provincias.


La entrada al show de La Renga en San Roque.

También se fueron al exterior, donde tocaron en Uruguay, Chile e hicieron varias presentaciones en España. Luego de poco más de dos años de gira, llegaba el momento de cierre para volver a dedicarse a un nuevo disco. Las ofertas eran variadas, pero que mejor manera de cerrar el circulo que en el lugar por donde comenzó. Así, la Comuna de San Roque, un pequeño pueblo ubicado a 40 kilómetros de Córdoba y sede del Cosquín Rock, fue el lugar elegido para despedir a Detonador de sueños, el sábado 21 de enero de 2006.

El Chizzo, arrodillado, afinando su guitarra.
Con un formato más parecido a un festival, varias bandas del under tocaron durante la tarde, más la presentación del grupo mexicano El Tri, una banda casi argentina, y de gran amistad con La Renga. El clima estaba a pedir del público: por la tarde, para apaciguar un poco el denso calor de las sierras, el cielo permaneció nublado; y llegada la noche, las nubes se corrieron para mostrar en cielo estrellado ideal para acompañar el show, casi como una extensión de la estenografía. Las montañas, el lago San Roque a metros del predio y el aire puro, daban un marco soñado. Además de que la leve inclinación del predio, brinda una tribuna natural fantástica para apreciar el escenario desde cualquier punto.

A tu lado fue el tema que rompió el hielo (y a más de algún desprevenido) en el inicio del recital. Con una lista de temas variadas, tocaron todo el disco “que se despedía”, más los clásicos de siempre, y algunos no tan comunes (sonó casi todo el disco Despedazado por mil partes) como Cortala y Olvidala y Psicocybe Mexicana, con un pogo increíble. También hubo lugar para el recuerdo, cuando se oyó Vivas Pappo, con la participación de Miyo Miglioranza, de San Tuca, una de las bandas que tocó a la tarde.


Chizzo al frente, Tanque en la batería, y Tete al fondo.


Extrañamente Tete no tocó con su clásico jardinero de jean, pero sí lo hizo con la misma energía y entrega de siempre. “Este es el final –avisó Chizzo-, pero El Final es de donde partí”, dijo el cantante para presentar uno de los temas más icónicos de la banda y encarar el cierre del show, como siempre, con Hablando de la libertad. En una hermosa noche, digna de un espectáculo para el recuerdo, La Renga brindó uno de sus mejores presentaciones y se despidió por un tiempo de los escenarios, para terminar de hacer el duelo con Detonador de sueños y comenzar a pensar en el futuro hijo.

Les dejamos un tema de esa mágica noche, con La nave del olvido...



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