Truenotierra se hizo desear.
Después de una larga seguidilla de discos y presentaciones, La Renga paró el
motor de la máquina para descansar y pensar en su nuevo disco. Tres años sin
novedades era demasiado tiempo para los fanáticos ansiosos de recibir nuevas
canciones de su banda, en lo que hasta ese momento era el mayor lapso de tiempo
del grupo sin novedades discográficas.
El escenario quedó pelado tras la tormenta. |
El 12 de diciembre de 2006,
Truenotierra salió a la calle, con un elemento muy particular. Un formato doble
que contenía un disco con las nuevas canciones, y otro disco completamente
instrumental, una faceta desconocida del trío de Mataderos. Además de la
ansiedad por escuchar el nuevo álbum, había otro elemento que apresuraba a los
seguidores: cuatro días después, el 16 de diciembre, la banda presentaría su
disco en el estadio mundialista de Mar del Plata.
La temporada de verano ya estaba
en marcha. Si bien el grueso del turismo aún no había llegado a la ciudad, ya
podía verse el movimiento en las playas y en las calles. Las obras de revista
ya copaban la parada, como cada verano. Pero ese día, Mar del Plata se llenó de
rengos. La postal era llamativa para todos. Para las familias acostumbradas a
vacacionar todos los años allí, no era común ver tanta cantidad de gente que
llegara de manera repentina por uno o dos días y que coparan todo. Para los
seguidores, tampoco era una situación común: es raro encontrar alguna fecha
donde La Renga haya tocado en una ciudad turística y en plena temporada.
Ese sábado 16, Mar del Plata
amaneció nublada y el pronóstico del tiempo no era muy favorable para la noche.
La gente empezó a copar el estadio Minella y las primeras gotas empezaron a
caer. Nadie imaginaba algo más que una llovizna, pero horas antes del recital,
una fuerte tormenta se desató. Rayos, truenos, viento. La mayor parte de la
ciudad se quedó sin luz. Las calles inundadas y los fuertes vientos obligaron a
la gente a refugiarse en sus casas. Pero había 40 mil personas que no tenían
refugio.
Ansiosos, los fanáticos esperaban
dentro del estadio la salida de la banda cuando el diluvio llegó. La lluvia
empezó a golpear fuerte y los truenos amenazaban con seguir toda la noche. Los
técnicos empezaron a sacar telas del decorado, pantallas y parlantes ante el
peligro de una descarga eléctrica. La gente, desesperada, empezó a levantar el
paño que cubre el piso de la cancha para usarlo como refugio. El césped se transformó
en un lodazal gigante, con miles de personas amuchadas por el frío y el agua.
La noche pintaba mal, pero en un
rato la lluvia empezó a mermar, y la gente, empapada y embarrada, empezó a
alentar para que La Renga salga a tocar. Con dos horas de atraso por los
problemas técnicos, y con un escenario frío y desolado para lo que nos tiene acostumbrado,
Chizzo, Teté y Tanque salieron al escenario.
Después de un par de temas de los
discos anteriores, Chizzo se paró ante el micrófono y dijo: “¡el único público
de rock que se la banca es este!”. Entre gritos y aplausos, comenzó a sonar Cuadrado
obviado, último track del disco, y con ello la presentación oficial de
Truenotierra. Como un capricho de la naturaleza, que mejor forma de inaugurar
el disco que con un espectáculo de truenos y relámpagos sobre el escenario.
Chizzo hablándole a la gente tras la tormenta. |
En una noche complicada (durante
el show, el campo se transformó literalmente en un chiquero), la banda pudo dar
a su público al menos lo que fue a buscar: una buena dosis de rock. Tocaron
todas las canciones del disco nuevo, más los clásicos de siempre, para cerrar
un recital de dos horas y media al palo. Casi como una paradoja, en la salida
podía verse gente tiritando del frío, embarrada hasta las rodillas, toda
mojada, y con una sonrisa de oreja a oreja. Esas cosas, solo las puede generar
La Renga.
Les dejo el final del recital de Mardel, como siempre, Hablando de la libertad...
Correcciones:
ResponderEliminarBien por el posteo de la sección.
Buen trabajo en general.
Releer siempre.
Mal el video, debería tener un tamaño mayor.